El color estaba empezando a ser la sensación y en el año 1938, el cine nos trajo un buen puñados de clásicos, que hoy recomendamos.
Robin de los Bosques de Michael Curtiz, puro y duro cine de aventuras en Technicolor con el eterno Errol Flynn en el papel protagonista y la legendaria Olivia de Havilland como Lady Marian. Sin duda fue una de las grandes superproducciones del año (con un presupuesto de dos millones de dólares, que la convirtió en la película mas cara del momento). La película es colorida, divertida y un clásico al que merece la pena asomarse.
Y de una película de aventuras paso a otra del mismo género, la simplemente imprescindible, Las Aventuras de Tom Swayer de Norman Taurog. La adaptación de la novela de Mark Twain del mismo nombre, que es además una de sus mejores adaptaciones al mundo audiovisual.
En el terreno de la comedia tenemos el film, La Fiera de mi niña de Howard Hawks, una de las mejores comedias de la historia, protagonizada por Cary Grant y Katherine Hepburn. Esta película, que en su día fue un estrepitoso fracaso en la taquilla, nos habla de como el mundo de un hombre acomodado en su burbuja se tambalea cuando conoce a una mujer alocada que tiene que llevar un leopardo a un zoológico. La situación se les escapará de las manos, hasta darse cuenta de que se han enamorado uno del otro.
Jazabel de William Wyler fue la gran superproducción del año. Protagonizada por Bette Davis en uno de los personajes que hicieron de la actriz el mito que es hoy. Melodrama sobre una joven sureña que quiere llevar un vestido rojo para impresionar a su prometido, interpretado por Henry Fonda y logra el efecto contrario. La película, nos muestra un escenario antes y durante la Guerra de la Secesión, al igual que Lo que el viento se llevó, que llegaría al año siguiente. Fue ganadora de dos premios Oscar para sus actrices; Bette Davis y Fay Bainter.
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