Una de las comedias más importantes de la década de 1960 es The Beverly Hillbillies, una de las primeras series de televisión en mostrar el denominado Pez fuera del agua, refiriéndose a personajes fuera de su entorno habitual y que proporcionaban situaciones cómicas. La importancia de esta serie recae, en que gracias a ella nació un nuevo género de comedia de situación rural.
Fue estrenada en CBS en 1962 en blanco y negro y fue uno de los mayores éxitos de la época, se emitieron nueve temporadas y un total de 274 episodios. Creada por Paul Henring, la historia cuenta cómo una familia de paletos de los Ozarks se instalaba en la sofisticada Beverly Hills después de descubrir una mina de petróleo en sus tierras.
La familia en cuestión eran los Clampett, que estaban capitaneados por Jed (Buddy Ebsen), el bonachón padre de familia, que vivía en un rancho humilde al lado de un pantano, cuando descubre que le pagan una fortuna por perforar sus tierras. Jed se deja llevar por el consejo de su primo Pearl y trasladar a su familia al ostentoso barrio de Beverly Hills. Jed, que es viudo, comparte su nueva vida con la abuelita Daisy May (Irene Ryan), que utiliza su escopeta para ahuyentar a las malas personas, su bella hija Elly May (Donna Douglas) y el corto de luces de su sobrino Jethro Bodine (Max Baer Jr), que le acompañan en su nueva aventura en la gran ciudad. La familia se muda a una mansión en Beverly Hills, cuyos vecinos son el ambicioso banquero Milburn Drysdale (Raymond Bailey), un hombre sin escrúpulos que a pesar de odiar a los Clampett no quiere perderlos como clientes, por lo que hace partícipe a su esposa Margaret (Harriet E. McGibbon) que tampoco soporta a ninguno de sus vecinos, en especial a la abuela.
Los Clampetts aportan un estilo de vida moral, poco sofisticado y minimalista a una comunidad elegante, que está obsesionada por lo superficial. Los dobles sentidos y los conceptos culturales erróneos son el núcleo del humor de esta sitcom, en la que sus tramas normalmente implican los esfuerzos extravagantes de Milburn Drysdale en mantener el dinero de sus vecinos en el banco y los intentos de su esposa en liberar al barrio de “esos hilbillies”
El estreno de la serie fue recibido con mucha frialdad por parte de la crítica, que la pusieron a caldo definiéndola como “difícil de ver” o “poco divertida”. Pero a pesar de las malas críticas del público especializado, que veía como la edad de oro de la televisión empezaba a caer, a favor de este tipo de shows de humor más básico, lo cierto es que la audiencia de la serie fue muy buena, colocándola en la cima de las clasificaciones Nieslen. Su segunda temporada fue la que más éxito obtuvo, y uno de sus capítulos de esta temporada entró en el Libro Guinness de los Récords como el episodio de comedia más visto de la historia hasta aquel momento. El éxito de la serie hizo que no saliera del top 20 durante sus primeras ocho temporadas. Pasó al color en 1965, cuando ya se habían grabado 106 episodios y fue cancelada, después de 168 capítulos más en 1971 debido a la pugna rural, a pesar de que sus calificaciones eran más que respetables.
La serie tuvo dos spinoff; Petticoat Junction y Green Acres. En 1981 CBS estrenó la TvMovie Return of The Beverly Hillbillies que perdió parte de su reparto original y por lo tanto su esencia, la muerte de Irene Ryan y Raymond Bailey se sumó a la negativa de Max Baer de retomar su papel de Jethro y fue sustituido por Ray Young. En 1993 un especial sobre la serie reunió por última vez al equipo donde analizaron el éxito de la serie y el fracaso de su reunión. Además una adaptación teatral de su piloto en 1968, un largometraje protagonizado por Jim Varney en 1993, una colección de cómics publicados por Dell Cómics de 1962 a 1967 y un juego para ordenador completan el legado de esta recordada ficción.
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