Hablar del año 1931 en el cine, es hablar del año en el que comienzan a asentarse los pilares de los géneros clásicos, sobre todo el género del terror.
La productora Universal Pictures iba a iniciar aquel año una de las primeras franquicias del cine, el hoy conocido como el universo cinematográfico de los "Monstruos clásicos de la Universal".
Aunque en realidad este ciclo de películas de terror comienza con la película muda del año 1925, El Fantasma de la Opera de Rupert Julian, que estuvo protagonizada por Lon Chaney, lo cierto es que no fue hasta la aparición de Dracula de Tod Browning cuando la cosa se puso seria.
Dracula, es sin lugar a dudas uno de los clásicos del cine de terror más importante de la historia del cine. Protagonizada por Bela Lugosi, quien se convirtió en una estrella de cine, la película es un ejemplo perfecto de la mezcla de narrativa americana e influencias del expresionismo alemán. Está basada en la mejor novela de vampiros de la historia, Dracula de Bram Stoker y el primer candidato a interpretarlo fue Lon Chaney. Sin embargo su prematura muerte acabó con Lugosi en uno de los papeles mas míticos del cine. La película (hay que decirlo) es IMPRESCINDIBLE, con una fotografía cuidada y escenas muy sugerentes, algunas de las cuales tuvieron que ser cortadas por ser consideradas demasiado osadas para la época. Como curiosidad, en aquella época era habitual por parte de los grandes estudios hacer versiones de la misma película en otros idiomas. Y como podéis imaginar, se hizo una versión en castellano dirigida por George Melford y el actor cordobés Carlos Villarias en el papel del vampiro. Aunque estuvo desaparecida durante años, lo cierto es que algunos se aventuran a decir que las cualidades técnicas de este Dracula, son mucho mas arriesgadas y de más calidad que la del clásico de la Universal, eso sí, Villarias no le llega ni a la suela de los zapatos a Lugosi.Otro de los referentes indiscutibles del cine de terror que parió 1931 fue la fabulosa Frankenstein de James White, en la que un inolvidable Boris Karloff interpreta al monstruo de la obra escrita por Mary Shelley. Como el anterior, este film derrocha poesía y tiene una fotografía impecable. La secuencia en la que el monstruo se encuentra con una niña a la que acaba tirando al rio es sencillamente una de las imágenes más bellas, inquietantes e icónicas (y también censurada) de la historia del cine.
El Universo de los Monstruos seguiría dando una treintena peliculas hasta 1956, de las que probablemente hablemos más adelante.
Fuera de la Universal, la Paramount también probó suerte en el mundo de los monstruos con la película de Rouben Mamouilan, El hombre y el Monstruo, que es la adaptación de la obra de Robert Louis El Extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde. Frederic March ganó un premio Oscar a mejor interpretación por su papel doble; aunque lo que fue doble fue el premio, ya que aquel año Wallace Beery también ganó el mismo galardón por El campeón.
A parte del terror, otros géneros también vieron venir grandes películas como el caso del western con Cimarrón de Wesley Ruggles (Ganadora de tres premios Oscar en 1931, entre las que se encuentra la mejor película. En el terreno de la comedia destacó Luces de Ciudad, donde Charlie Chaplin nos muestra una bella y eterna historia de amor entre un vagabundo y una chica ciega, en una de las grandes obras maestras del año.
Pero ahí no acaba la cosa, si eres de grandes actores tenemos que destacar films como Danzad, Locos, Danzad de Harry Beaumont, que tocaba el tema del Crack del 29, tan solo dos años después de que sucediese y que tenía entre sus protagonistas a la mítica Joan Crawford y al galán Clark Gable. Por otra parte Marlene Dietrich se ganaba la vida como prostituta y posterior espía en Fatalidad de Josef von Sternberg. Los hermanos Marx hicieron lo suyo en Pistoleros de agua dulce de Norman Z. McLeod y Greta Garbo se metió en la piel de la mismísima Mata Hari.
Pero a pesar de que (personalmente) prefiero a los monstruos de la Universal, sin duda, la película del año es M, el vampiro de Dusseldorf dirigida por Fritz Lang, un thriller alemán que es una obra maestra. Basada en un hecho real, la historia cuenta como las fuerzas de la ley, el pueblo y los criminales se unen en la captura de un asesino de niños, interpretado a la perfección por Peter Lorre, cuya mirada expresa maldad y ternura a partes iguales. Con algunos trozos en los que se vislumbra el paso del cine mudo al sonoro en el cine alemán, esta película fue la precursora del cine negro y directores como Alfred Hitchcock inspiraron su carrera en ella. La frase "Ningún veredicto nos devolverá a nuestras niñas... cada uno se ha de ocupar de la vigilancia de sus propios hijos. Cada uno de ustedes" cierra una película IMPRESCINDIBLE.
En el terreno de la televisión podríamos destacar la desaparecida The Television Gosht, la primera serie de television de la historia, que se emitió en estaciones locales de Nueva York y que consistía en el monologo de George Kelting interpretando a fantasmas que intentaban explicar como habían sido asesinados. Este primer experimento no está disponible, ya que no fue grabado y no existen copias.
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